¿Qué resta cuando las palabras no alcanzan más?
Dolor. Dolor en mi pecho tras un recuerdo sin superar.
Dolor en mis ojos que se han tornado carmesí sin descansar.
Dolor en mi pulmón que ha cesado en proclamar tu vanidad.
Aunque grite tu nombre a los cuatro vientos, ¿Cómo irrumpir tu respirar?
Si me refugiare en un recuerdo, asedias el entorno, lo sometes; ahora es tuyo.
Si intento en cambio sólo el hoy, sucumbo ante la insuficiencia.
Lo sé, siempre busqué ser más. No soy.
Lamento haberte fallado, entidad que ocupará mi lugar en el mañana.
El alba yace ya, no puedo aportar más.
Con la ignición de un tabaco emprendo el curso a un mañana, trozo una montura y exhalo los vestigios del ayer.En ocasiones, siento molestia en las venas, invitándome a inspeccionar meticulosamente…—Es una trampa—No debería revisar.
Hoy lloré a la escafandra de tu realidad.
¿Volveré a escuchar tu corazón sin la cadencia que se aleja de mí?
Dios, ojalá estuvieras aquí.
Te busqué en tantos campos, tu flor no nace ya.
Te busqué en poemas y tu verso no es más.
Te busqué en aromas, el viento cesó.
Te busqué en dios, dijeron que es amor.
Te busqué en la banca que compartimos, ya no está.
Te busqué en la lluvia y salió el sol.
Te busqué en el polvo, no eras tú